Los food trucks han llegado para quedarse. Su presencia en ferias o eventos se ha convertido en imprescindible y muchos chefs han sabido aprovechar las ventajas que este tipo de restaurante ambulante.

Esta nueva moda de cocina callejera lleva tiempo siendo una auténtica institución en Estados Unidos, donde protagonizan festivales gastronómicos que sirven de escaparate a muchos jóvenes cocineros de todo el mundo para mostrar sus especialidades. Estos eventos también han llegado a España con fuerza y han conseguido demostrar que la comida callejera, elaborada en estas pequeñas cocinas con ruedas, no es sinónimo de comida rápida o de baja calidad. Existen tantos tipos de food trucks como personalidades culinarias. En ellos se puede degustar desde una hamburguesa tradicional a una ración de sushi, seguida de un sandwich de helado ecológico o un auténtico cupcake, y todo esto acompañado de un zumo recién exprimido o una cerveza artesana.

Pero, ¿en qué se diferencian de los puestos ambulantes de comida rápida de toda la vida? La principal diferencia reside en la importancia que los food trucks dan a la imagen de marca, y esto se percibe tanto en su presencia en redes sociales (a los foodies les encanta compartir fotos de platos de apariencia deliciosa) como en el diseño del propio truck. Una buena imagen, tanto del exterior como de la cocina interior, es señal de que el dueño y/o chef se preocupa por su negocio. Los hay de estilo vintage, que imitan las típicas camionetas americanas, futuristas al más puro estilo Airstream, caravanas clásicas, auténticos autobuses, camiones, furgonetas y hasta remolques para caballos reutilizados… Este sector se basa en la innovación y las posibilidades son infinitas.

Ahora es posible disfrutar a pie de calle de las tendencias gastronómicas más actuales y no sólo en eventos especializados. Hoy por hoy, cualquier evento, exposición o festival que se precie cuenta con la presencia de food trucks dispuestos a ofrecer sus mejores platos a los asistentes.